Me dormí en una amapola

Como el olor de una diosa,
que poco a poco me calmaba,
sobre sus sábanas rojas,
entre dientes murmuraba.
cuantas veces.., cuantas noches.
Tú presencia me cogía,
y tú esencia me tumbaba,
era que sólo reía,
pero sólo ya no estaba.
Las rosas en su esplendor,
las margaritas deshojaban,
y mientras claveles caían...,
la amapola me velaba.

Sin palabras

Ante los muros del placer,
se hallaron momentos absurdos.
Bajando las escaleras,
topé contigo..,con él, conmigo.
Entre sus palabras se perdieron las risas,
entre sus labios las palabras.
Ante los murmullos del dolor,
se perdieron los momentos absurdos.
Subiendo las escaleras,
topé con ellos..,con nadie, conmigo,...
y no hubo más palabras.

I

Ante el tic tac del reloj
me sonrojo...
Si vuela el tiempo,
si cambia la vida,
si los sueños se tuercen,
o toman vida, me sonrojo.
Que las mañanas son frías,
las tardesm muy largas y
las noches mi vida...
yo me sonrojo.
Porque ante el tic tac del reloj,
los sueños no lo son,
y los días no brillan...
Porque la tensión del sonido nos guía...
En un camino vergonzoso...
Ante el tic tac del reloj me sonrojo y
ante el mundo me revelo.